Escribir un diálogo (La raya y el guión)


Al principio, y a lo largo del desarrollo de la novela, comencé a utilizar para todos los diálogos el guión, más por desconocimiento y comodidad que por otra cosa. Un gran error, aunque fácilmente solventable a la hora de corregirlo. Además es uno de las faltas que más le resalta al lector, y lo primero que te comentan cuando abren el libro.

SOLUCIÓN: En Word, que es el editor de textos que utilizo, CTRL+B o a través del menú editar, se selecciona el menú de “Buscar y reemplazar”. En la pestaña reemplazar ponemos en el campo “Buscar” el guión y en el campo “Reemplazar con” el guión de diálogo o raya, y pulsamos el botón “Reemplazar todos”. Automáticamente te cambia todos los guiones del documento. Después sólo habrá que sustituir las rayas en los casos que sean guiones, tal y como se explica más abajo.


¿Cómo diferenciar la utilización de guiones y rayas?

 

GUIÓN: Signo ortográfico (-). Se usa en los casos siguientes:

1. Como signo de unión entre palabras u otros signos

o Nombre propios: Sánchez-Cano / Trasvase Tajo-Segura.

o Nombres comunes: Kilómetros-hora / El director-presentador del programa ha dimitido esta mañana.

o Adjetivos: Ítalo-francesa / teórico-práctica.

o Cuando el prefijo precede a una sigla o a una palabra que comienza por mayúscula, se escribe guion intermedio: Anti-OTAN.

o Uso del guión de modo «Estilístico»: Las dos terminaciones ontológicas cardinales que en ella describe Sartre —ser-para-sí, ser-para-otro— tienen en el “ser-para” su fundamento común.

o Para unir combinaciones gráficas: Durante los siglos x-xii / sub-18 / curso académico 71-72.

2. Como signo de división de palabras a final de línea

Cuando, por motivos de espacio, se deba dividir una palabra al final de una línea, se utilizará el guion de acuerdo con las siguientes normas:

o No separar letras de una misma sílaba: Ma- / linterpretar; de- / samparo.

o Dos o más vocales seguidas nunca se separan: Cau- / sa; come- / ríais.

o Si la primera silaba es una vocal, no se deja sola: Amis- / tad; he- / rederos.

o La h intercalada actuará como si no existiera: Cohi- / bir; vihue- / la.

o La x seguida de vocal es insociable: Ex- / traño; ex- / ceso.

o La ch, la ll y la rr no se pueden dividir: Ca- / lle; pe- / rro; pena- / cho.

o Tres consonantes seguidas se separan en dos sílabas: Ist- / mo; sols- / ticio.

o Cuatro consonantes, las dos primeras a una silaba y las otras dos a otra: Cons- / treñir, abs- / tracto.

o Las expresiones numéricas deben escribirse enteras dentro de la misma línea: Juan XXIII; 1 325 000 pts.

RAYA: Signo ortográfico (—). Se usa en los casos siguientes:

1. Para encerrar aclaraciones o incisos:

Para él la fidelidad —cualidad que valoraba por encima de cualquier otra— era algo sagrado.

2. Para introducir una nueva aclaración o inciso en un texto ya encerrado entre paréntesis:

Si desea más información sobre este tema (la bibliografía existente —incluso en español— es bastante extensa), deberá acudir a otras fuentes.

3. En la reproducción escrita de un diálogo, la raya precede a la intervención de cada uno de los interlocutores, sin que se mencione el nombre de estos:

—¿Cuándo volverás? —No tengo ni idea. —¡No tardes mucho! —No te preocupes. Volveré lo antes posible.

4. Se utiliza también para introducir o enmarcar los comentarios y precisiones del narrador a las intervenciones de los personajes:

o No se escribe raya de cierre si tras el comentario del narrador no sigue hablando inmediatamente el personaje: —Espero que todo salga bien —dijo Azucena con gesto ilusionado. / A la mañana siguiente, Azucena se levantó nerviosa.

o Se escriben dos rayas, una de apertura y otra de cierre, cuando las palabras del narrador interrumpen la intervención del personaje y esta continúa inmediatamente después: —Lo principal es sentirse viva —añadió Pilar—. Afortunada o desafortunada, pero viva.

o Cuando el comentario o aclaración del narrador va introducido por un verbo de habla (decir, añadir, asegurar, preguntar, exclamar, reponer, etc.), su intervención se inicia en minúscula, aunque venga precedida de un signo de puntuación que tenga valor de punto, como el signo de cierre de interrogación o de exclamación: —¡Qué le vamos a hacer! —exclamó resignada doña Patro (y no —¡Qué le vamos a hacer!—Exclamó resignada doña Patro).

o Cuando el comentario del narrador no se introduce con un verbo de habla, las palabras del personaje deben cerrarse con punto y el inciso del narrador debe iniciarse con mayúscula: —No se moleste. —Cerró la puerta y salió de mala gana.

o Si tras el comentario del narrador continúa el parlamento del personaje, el punto que marca el fin del inciso narrativo se escribe tras la raya de cierre: —¿Puedo irme ya? —Se puso en pie con gesto decidido—. No hace falta que me acompañe. Conozco el camino.

o Si el signo de puntuación que hay que poner tras el inciso del narrador son los dos puntos, estos se escriben también tras la raya de cierre: —Anoche estuve en una fiesta —me confesó, y añadió—: Conocí a personas muy interesantes.

 

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