Personajes Históricos: Cratero


El comandante de más confianza de Alejandro Magno empezó junto a él la expedición persa en calidad de taxiarca «taxiarcos», comandante de los Compañeros de a pie. Sirvió como segundo en el mando del ala izquierda bajo la autoridad directa de Parmenio, como preparación para sustituirle. Cratero era un oficial de una inquebrantable lealtad hacia su rey. Se dice que Hefestión «apreciaba a Alejandro», pero que Cratero «Apreciaba al rey». No es sorprendente que ambos jóvenes comandantes se convirtieran en rivales y que su desacuerdo condujera a una confrontación abierta, que amenazaba con involucrar a sus respectivas unidades. Pero el ascenso de Cratero estaba basado en su capacidad, mientras que en el caso de Hefestión al menos había sospechas de nepotismo. A medida que progresaba la campaña, Cratero asumió con frecuencia el mando de forma independiente. Cuando Alejandro regresó por el desierto de Gedrosia, Cratero se puso al frente de las tropas más lentas y de los inválidos, y les condujo por el paso de Bolan hasta la moderna Kandahar. En el 324 a.C. sustituyó a Antipatro como virrey de Macedonia. La órden quedó sin efecto tras la muerte de Alejandro y el estallido de la guerra de Lamia (Tesálica).En el 321-320 a.C. , Cratero regresó a Asia y luchó contra Eumenes cerca del Helesponto, donde su caballo le derribo y le pisoteó hasta causarle la muerte. Fue un final ignominioso para uno de los más capacitados generales de Alejandro.Cratero


Cratero, El general de los Agravios (en Leyendas de los Mirdalirs)

«Cratero era un hombre bastante impetuoso e impulsivo, sobre todo para el combate, como cualquier Agravio. Era un comandante que había salido de las filas de aquellos temibles soldados de Mirdar y por su sangre fluía el ansia y el espíritu de lo que significaba ser un Agravio. Una vida dedicada por completo a la guerra. Todos los Agravios lo respetaban, de tal forma que, si hubiese querido rebelarse contra los Mirdalirs, con un solo gesto suyo todos y cada uno de los Agravios lo habrían hecho sin pensarlo. Carano sabía muy bien a quién ponía al mando de las dos paenias cuando lo eligió; su lealtad era inquebrantable. Cratero era el modelo por excelencia de aquellos hombres. No sólo era un buen comandante, sino también un gran soldado y hábil con las armas, y eso era muy valorado entre sus hombres. Cratero se dirigió hacia sus hombres y escogió a diecinueve Agravios, que estaban a punto de licenciarse, para darles la oportunidad de ganarse el honor y la gloria después de una vida dedicada al servicio de las armas, un premio muy apreciado por los Agravios. Los largos años de paz que habían vivido los Mirdalirs habían hecho que muchos de aquellos hombres no hubieran podido demostrar su valía, y eso era algo que les permitiría descansar en paz cuando cruzaran hacia el Otro Lado…».


Bibliografía

Osprey Publishing

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