Trilogía del Elfo Oscuro


Rompiendo un poco los moldes y los clichés que la mayoría de la gente tiene de la literatura fantástica generada principalmente a partir de clásicos como El Señor de los Anillos o Conan, decidí leerme uno de las novelas más famosas del género: La trilogía del elfo oscuro. Su título no lleva a engaño, los elfos que todos nos imaginamos tienen un lado oscuro, o al menos eso es lo que pretende mostrarnos Robert Anthony Salvatore con esta saga que muestra una sociedad de elfos totalmente distinta, anegada en lo más profundo de la Antípoda Oscura. Este subcontinente completamente subterráneo, está situado bajo la superficie de Faerún, un enorme continente ficticio perteneciente al universo de los Reino Olvidados. Es una enorme red de cuevas y túneles que alberga incluso grandes ciudades, como Menzoberranzan, una de las urbes de los elfos oscuros o Drows.

Los Reinos Olvidados, o simplemente «Los Reinos», es un universo de ficción que constituye un escenario de campaña para el juego de rol Dungeons & Dragons (Dragones y Mazmorras). Fue creado por el diseñador de juegos canadiense Ed Greenwood como su propio escenario de campaña, y está detallado a lo largo de una larga serie de artículos en la revista Dragón a partir del año 1985. R.A. Salvatore comenzó a escribir bajo el universo de los Reinos Olvidados y su primera novela publicada fue La piedra de cristal en 1988, perteneciente a la trilogía «El valle del Viento Helado». Después de este éxito, se le pidió al autor que profundizara en uno de los personajes y le diera una historia propia: Drizzt Do´Urden, el elfo oscuro.

Esta trilogía muestra la vida de Drizzt desde su nacimiento hasta que escapa de un mundo y de una sociedad que rehúye, renegando de los principios que ésta representa. El primer libro, titulado «La morada», define claramente los rasgos una comunidad matriarcal y jerarquizada, donde la mayoría de los drows varones sienten miedo de las hembras, que los tratan con crueldad y a su capricho debido a su posición detrás de ellas.

«La morada» es la mejor parte de esta trilogía, ya que describe con total claridad cómo sería un pueblo en un lugar completamente distinto al que estamos habituados, una sociedad que vive constantemente en la penumbra de una urbe situada en la Antipoda Oscura, venerando allí a la malvada diosa Araña Lloth, fuente del poder de los Drows. Luchas de poder, la importancia de tener una buena posición social dentro de la ciudad o seguir los designios de su deidad, les llevan a cometer actos de traición incluso dentro de sus propias familias. Un caos marcado con una serie de normas legisladas por un Consejo Regente. Esta sociedad se organiza en casas y cada una de ellas ocupa un lugar dentro del escalafón de la ciudad en función de su posición social y el poder que ostente cada casa. A los niños se les inculca el odio hacia las demás razas desde que nacen, especialmente a los elfos de la superficie, a quienes consideran culpables de todos sus males. El Elfo Oscuro

Drizzt será, por tanto, una excepción dentro de su raza, apoyado por su padre Zaknafein, quien le aleccionará en el arte de la espada y le insuflará unos valores distintos a los que le enseñan en el lugar en el que vive: La ciudad de Menzobezanrran. Drizzt terminará huyendo, alejado de su ciudad natal, viviendo como una bestia más en las cuevas y corredores de la Antípoda Oscura, hasta tal punto que estará a punto de perder su personalidad, para convertirse en un animal sin conciencia, un cazador. Se acercará a una de las ciudades de los enanos y conocerá a Belwar Dissengulp quien le hará recordar lo que era.

En esta segunda parte llamada «El exilio», su madre Malicia lo perseguirá a lo largo y ancho de la Antípoda Oscura por haberla puesto en evidencia ante los ojos de la diosa Lloth y haber perdido su favor. Sin embargo, encontraremos una historia forzada en la que el autor parece empeñarse en mostrar todas las criaturas que habitan las profundidades y demostrar que hay un amplio y variado mundo como el de la superficie, perdiendo fuerza el hilo argumental al grito de: «Humm, ¿qué voy a poner ahora? ¿Unos micónidos? ¡Venga vale! Y luego me los cargo…». Si hablamos del final de esta segunda entrega, es terriblemente predecible.El Elfo Oscuro 2

Cuando por fin el elfo oscuro alcanza la superficie y se aleja de la persecución de su familia, es cuando la trilogía vuelve a ganar intensidad, mostrando las debilidades de Drizzt y las penurias que tiene que pasar en un lugar con un clima tan cambiante y diferente al que está acostumbrado. Un viejo guerrero ciego le dará «refugio», tal y como indica el título de esta tercera entrega, y lo convertirá en un Vigilante más. Drizzt por fin encontrará un hogar dando comienzo en este punto a la siguiente trilogía «El Valle del Viento Helado»El Elfo Oscuro 3

Si quieres conocer los orígenes de Drizzt y te gustan los libros con un alto contenido de magia, criaturas fantásticas y luchas despiadadas, sin duda esta trilogía no te la debes perder. Si por el contrario te gustan las aventuras pero te da miedo el género fantástico porque piensas que está lleno de clichés, aquí tienes una buena muestra de cómo son los elfos oscuros y una descripción perfecta de su sociedad, de lo que les motiva y les da miedo. Si buscas un libro con una gran línea argumental, quizás no deberías estar leyendo esta reseña…

VALORACIÓN: 7/10

El Elfo Oscuro – La Morada

El Elfo Oscuro – El Exilio

El Elfo Oscuro – El Refugio

 

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