Objetos Mágicos en los Mundos de Fantasía

Cuando la magia hace su aparición, bien en el cine o en la literatura, estamos acostumbrados a verla en poderosos hechiceros o magos capaces de controlar los elementos, llamar a seres de ultratumba o de otros planos e incluso alargar sus capacidades más allá de lo que es capaz de hacer la gente corriente. Pocas veces nos percatamos de que hay objetos con capacidades especiales imbuidos con un cierto aire mágico. Quizás no caemos en la cuenta en su existencia, pero voy a intentar explicar la mayoría de esas propiedades, al menos en los mundos de fantasía, pero que se pueden extrapolar a muy diversos géneros, y no precisamente de corte fantástico.

Sergi.

Armas y Armaduras

Poseen varias ventajas. Suelen ser más ligeros que las armas o armaduras normales y son consideradas de diseño avanzado. Son más fuertes y resistentes aunque estén realizadas con el mismo material. Además, los beneficios proporcionados por ser mágicos se obtienen sin necesidad de que el portador haga nada, aunque necesitará realizar alguna maniobra si quiere usar cualquier capacidad especial que tenga.

La gran desventaja es su rareza y su coste.

Objetos con cargas

Suelen comprender tres categorías, aunque no necesariamente se tienen que limitar a éstas:

Las varitas comprenden cualquier objeto de hasta 30 centímetros y pueden tener hechizos muy básicos y con un uso muy limitado, quizás 10 usos.
Las varas son objetos más largos, de 30 a 75 centímetros, casi siempre de madera, y pueden contener hechizos algo más poderosos, quizás se pueden emplear 30 veces.
Los bastones incluyen objetos de entre 60 a 260 centímetros, también suelen ser de madera y pueden contener hechizos muy poderosos. Quizás pueden usarse más de 100 veces.

Como se aprecia, está clasificación se hace en función del tamaño del objeto.

Los objetos con cargas tienen la ventaja de que pueden usarse una y otra vez hasta que se agotan, pudiendo ser recargados. Un ejemplo puede ser un bastón que lance rayos.

Sus desventajas consisten en que son relativamente grandes, que no son especialmente manejables y que requieren algún tipo de palabra o acción de activación para su uso. Además, pueden quedarse sin cargas cuando más lo necesitas. Por otro lado, el portador necesita tener algún tipo de sintonización con el objeto para poder utilizarlo o tener conocimientos mágicos. Un ejemplo puede ser un objeto creado con algún material orgánico que se destruya con el uso.

Objetos diarios y constantes

Estos objetos pueden ejecutar un hechizo un número particular de veces al día, o emitir un hechizo de manera constante, es decir, que se crean para que el hechizo esté continuamente funcionando, aunque puede «desconectarse» bajo ciertas condiciones. Un objeto que puede ponerse en funcionamiento «a voluntad» es un objeto constante que se ha vinculado a funcionar cuando el portador lo ordena.

La ventaja de estos objetos es que son muy fiables y su portador conoce cuantas veces funcionarán. Además, pueden hacerse de multitud de formas más duraderas que la de los objetos con cargas…

Su principal desventaja es que sólo pueden usarse pocas veces al día o se les asigna un momento específico al día, por ejemplo a medianoche, en el cual el objeto se recarga; otros lo harán según el tipo.

Todos estos objetos para funcionar necesitan una palabra o acción para su activación. Además, algunos puede que necesiten gemas u otros materiales mágicos para que puedan ser encantados.

Objetos Generales

Añaden cierta habilidades y otorgan capacidades especiales a los portadores de estos objetos o permiten que puedan lanzar cierto número de hechizos sin dominar ningún tipo de arte mágico.

Sus ventajas son que no necesitan nada especial para poder utilizar dichos objetos, pueden estar hechos de cualquier material por lo que pueden ser más duraderos si así se desea y permite a sus creadores añadir un gran número de efectos que no son reproducibles directamente con los hechizos imbuidos.

Pociones

Como objetos de un sólo uso, las pociones sólo funcionan en una ocasión, aunque poseen ciertas ventajas de las que carecen los objetos de más usos. Los poderes se presentan en varias formas, desde líquidos acuosos hasta aceites, bálsamos incluso incienso. Deben ser bebidas o aplicadas para que la persona obtenga los beneficios de sus efectos.

Las pociones tienen la ventaja de que pueden ser producidas con hechizos muy poderosos, otros adicionales, incluso pueden hacerse en forma gaseosa que no requieren su ingestión o aplicación. No necesitan palabras ni acciones para su activación y no necesitan que la persona esté sintonizada con el objeto para su uso. No necesitan mucho tiempo para ser producidas y además, a menos que sean gases o aceites, si el recipiente que contiene la poción se rompe sus efectos se pierden sin afectar a aquello que ha salpicado.

Runas

Son hechizos colocados en una hoja de papel, un material barato de producir, es reutilizable y se presenta en categorías que especifican el nivel máximo del hechizo que puede inscribirse en el papel.

La gran ventaja es que pueden utilizarse una y otra vez. A diferencia de otros objetos, una hoja puede tener diferentes hechizos a lo largo del tiempo, dándole a su poseedor una gran versatilidad.

La desventaja es que son muy frágiles, sólo pueden poseer una runa en un momento dado y requieren la capacidad para poder leer lo que en ella hay escrito.