El primer lanzallamas con el que los beocios lograron tomar la ciudad de Delio entre el 424 y el 423 a.C. Estaba fabricado con una viga de madera aserrada por medio, cuyo interior se había vaciado totalmente y se había recubierto con hierro para protegerlo del fuego. En el extremo delantero llevaba colgado un caldero con carbones encendidos, azufre y pez, mientras que en su parte trasera había varios fuelles.
Éstos últimos insuflaban el aire necesario para que llegara, a través de la viga, al caldero colocado en el otro extremo, originando violentas llamaradas. Sin duda alguna, este ingenio supuso una de las principales innovaciones bélicas del siglo V a.C.
Bibliografía
Artillería y Poliorcética en el Mundo Grecorromano. Rubén Sáez de Abad. Ediciones Polifemo.
http://www.maquinasdeasedio.com/