Las Arpías o Harpías


Del lat. harpya, y éste del gr. Arpuia, ‘que vuela y saquea’.

ARPÍA O HARPÍA: Ave fabulosa, cruel y sucia, con rostro de mujer y cuerpo de ave de rapiña.

Monstruos femeninos, mitad ave, mitad mujer. Se las suele representar o bien con cuerpo de ave, cabeza de mujer y afiladas garras, o bien como mujeres aladas. Son hijas de Taumante y la oceánide Electra, de la generación preolímpica. Normalmente sólo son dos; Aelo (‘Borrasca’), llamada también Nicótoe, y Ocípete (‘Vuela-rápido’); aunque a veces se nombra una tercera, Celeno (‘Oscura’). Habitaban las islas Estrofíades, en el Egeo; sin embargo, Virgilio cuenta que están en el vestíbulo de los Infiernos, con los demás monstruos. Son raptoras de niños y de almas; en ocasiones, sirven como elemento de castigo divino. Hay mitos que cuentan que estas dos hermanas se unieron al dios-viento Céfiro, con el que engendraron a los caballos Janto y Balio, montados por Aquiles, y Flógeo y Hárpago, los caballos de los Dioscuros.mitologia-arpias-1_1800x1075


El mito de Fineo

Fineo era un adivino ciego hijo de Poseidón que había sido castigado por los dioses a que, cada vez que se dispusiera a comer, las arpías devoraran parte de los alimentos, ensuciando el resto con sus excrementos. Cuando llegaron los Argonautas, se negó a decirles lo que les deparaba el viaje si antes no le libraban de su terrible maldición. Así, le pidieron al anciano que se sentara y, cuando las arpías aparecieron, empezaron a ser perseguidas por Calais y Zetes, hijos del viento e igualmente alados. Aunque el Destino quería que éstas perecieran a manos de los hijos de Bóreaso, por el contrario, murieran éstos si no lograban darles alcance, ninguno feneció. La primera cayó en un río del Peloponeso, que se llamó por este hecho Harpis, la otra alcanzó las islas Equínades, llamadas Estrofíades (‘islas del Regreso’) a partir de ahí. Pero, cuando los dos hermanos se disponían a darles muerte, Iris (en otras tradiciones Hermes) impidieron que las matasen por ser servidoras de Zeus. No obstante, las Arpías tuvieron que prometer por el Éstige que no volverían a molestar más a Fineo.La-captura-de-las-arpias-Jason-y-los-argonautas


Las hijas de Pandáreo

Al quedar huérfanas las hijas de Pandáreo, fueron criadas por las diosas. Afrodita les llevó comida, Hera les procuró sabiduría y belleza; Artemisa, elegancia; y Atenea, habilidad manual. Pero un día que Afrodita fue al Olimpo a pedir a Zeus unos maridos dignos de ellas, las Arpías las raptaron y las llevaron a los Infiernos, donde las entregaron a las Erinias como esclavas. En otras versiones totalmente diferentes, serán las propias Arpías las encargadas de criar a las niñas.


Las Arpías en los Mundos de Fantasía

De cuatro o cinco metros de envergadura, las hembras son mucho más comunes que los machos. El odio resalta la pálida asimetría de su cara de mujer y brilla en sus estrechos ojos; la tensión mantiene rígidos su cuello y sus pequeños pechos. La sed  de poder de este ser inmundo se refleja en el brillante plumaje azul de sus alas y su cuerpo de ave. La malicia de la arpía siempre intenta llevar el dolor y la desesperación a toda criatura, excepto a los de su propia raza. Su agudo grito paraliza a sus enemigos, aumentando la letalidad de sus crueles garras. La arpía se alimenta de sus víctimas y sus capas térmicas, donde ocasionalmente cae víctima del fiero Grifo.mito

La parte inferior de su cuerpo y las alas son de buitre, y el torso y la cara de mujer, en concreto de una bruja. Su pelo es grueso, duro y enmarañado, como un estropajo, y tiene los dientes podridos. No suelen llevar ropas y siempre están envueltas en un fétido olor. Son seres tan sucios que infectan a otros seres al atacarles con sus garras.

Su lenguaje se basa en una especie de gritos y cacareos muy desagradables. Sin embargo, las arpías pueden entonar, con bastante gracia, un canto mágico capaz de hechizar a quien lo escuche, sobre todo a humanos y semihumanos. Esta canción la usan cuando se ven atrapadas o cuando quieren atraer a viajeros ocasionales hasta su guarida.

Sus guaridas están situadas en la línea de la costa y son, frecuentemente, cuevas un poco profundas y tan sucias que ningún animal se atreve a acercarse. En ellas guardan algunos tesoros que se mezclan con toda la suciedad. Estas guaridas albergan a unas diez o doce arpías.

Las arpías pueden colaborar esporádicamente con humanos ejerciendo de espías.arpia1


Bibligrafía

El Gran Libro de la Mitología Griega. Robin Hard. Editorial La Esfera de los Libros.

http://www.seresmitologicos.net

http://www.enciclonet.com

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