Personajes Históricos: Pirro de Epiro



Pirro
, en griego Πύρρος της Ηπείρου (318-272 a. C.) rubio o pelirrojo, apodado αετός (águila) por sus soldados. Fue basileos(rey) de Epiro de 307 a 302 a. C. y de nuevo entre 297 y 272 a. C. También ostentó la corona de Macedonia brevemente en dos ocasiones: en 287 a. C. y posteriormente de 273 a. C. hasta su muerte, un año después. Es considerado uno de los mejores generales de su época, y uno de los grandes rivales de la República romana durante su expansión.

pirro

Durante su reinado aumentó el territorio de Epiro a costa de zonas de Macedonia y Tesalia. Se enfrentó a Casandro y Demetrio Poliorcetes en Macedonia, derrotándolos y haciéndose con el reino hasta ser expulsado por sus habitantes, que proclamaron aLisímaco de Tracia, su aliado, como rey. Posteriormente viajó a Italia en ayuda de los tarentinos, enfrentándose a la República romana a la que derrotó en dos ocasiones, pero a costa de tales pérdidas, que fue finalmente derrotado en la batalla de Benevento y se vio obligado a retirarse.

Durante su estancia en Italia, conquistó la mayor parte de la Sicilia púnica, pero no pudo capturar la ciudad cartaginesa de Lilibea. La incomodidad de los griegos sicilianos le obligó a abandonar la isla.

A su regreso a Grecia, se enfrentó con Antígono II Gónatas que reinaba por entonces en Macedonia. Conquistó el reino y emprendió una guerra con Areo I de Esparta, en apoyo de su antiguo rey Cleónimo. Incapaz de conquistar la ciudad, recibió una petición de ayuda de Aristeo de Argos. Durante los combates en el interior de esta ciudad, recibió el impacto de una teja arrojada por una anciana, y fue asesinado mientras se hallaba inconsciente por el golpe.


 Pirro, el terror de Roma

En 280 a.C., ansioso de aventuras, Pirro acude al sur de Italia llamado por los tarentinos para luchar contra Roma, la potencia emergente del Mediterráneo. El choque no se hizo esperar. Cerca de la ciudad de Heraclea Apulia, Pirro inició el ataque al frente de la caballería. Cuando el resultado de la batalla era más incierto, Pirro recurrió a su arma más temible, los elefantes de combate. La visión de estos monstruosos animales infundió el terror en los caballos romanos, que dejaron de responder a sus jinetes.

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Como vencedor, Pirro dictó a los romanos unas condiciones de rendición que garantizasen la independencia de las ciudades griegas, pero el anciano Apio Claudio el Ciego, venerable senador romano, exhortó a sus conciudadanos a rechazarlas.

En respuesta, Pirro dirigió sus fuerzas contra Roma, hostigando y saqueando los territorios vecinos. Pero cuando estaba cerca de la Urbe recibió la noticia de que otro ejército romano se dirigía contra él, tras firmar la paz con los etruscos, y tuvo que retirarse.

Al año siguiente reanudó la guerra, que tuvo su segundo asalto en la batalla de Ásculo. Pirro obtuvo otra gran victoria, aunque de nuevo a un altísimo precio: perdió más de tres mil soldados, frente a seis mil por parte romana. Fue entonces cuando dijo: «Otra victoria como ésta y estamos perdidos». Sin refuerzos y bloqueado en Italia ante la indómita Roma, Pirro decidió pactar la paz.

Respondiendo otra vez a la llamada de los tarentinos, Pirro volvió a enfrentarse a Roma, aunque esta vez los efectivos romanos superaban en una altísima proporción a su ejército.

Así, cuando más le convenía planificar con cautela sus movimientos, su ardoroso ánimo le llevó a encararse con ellos en la funesta batalla de Benevento (275 a.C.), en la que fue definitivamente derrotado por las legiones.


La primera aparición de los elefantes en la guerra

Los romanos se vieron cara a cara por primera vez con elefantes de guerra en la batalla de Heráclea (280 a.C.) contra Pirro, y su derrota se debió a aquellos animales. También es cierto que los romanos se quedaron sorprendidos e impresionados por ellos, pero con su mentalidad eminentemente práctica, se pudieron de inmediato a idear maneras de vencerlos. Después de aquella batalla los romanos llamaban despectivamente a los elefantes «vacas lucanias», pues Lucania era región en donde los habían visto por primera vez.

Pirro2

Al año siguiente las legiones se presentaron en Asculum frente a los elefantes con carros reforzados con garfios y antorchas en llamas, pero la idea no funcionó, y de nuevos los animales de los que se burlaban fueron la causa de su derrota.

Por su parte Cartago también había tenido una experiencia de combate muy parecida contra Pirro, pero la aprovechó de distinta manera. Los cartagineses fueron mucho más rápidos que Roma en advertir el potencial de los paquidermos para la guerra, y poco después de descubrirlos ya habían organizado el cuerpo militar de elefantes más poderoso del mundo mediterráneo, con elefantes que alojaban hasta trescientos elefantes nubios en la misma capital. Estos animales sustituyeron a los carros como fuerza de choque principal en el ejército de cartago.


La invencible falange macedonia contra la legión romana

Durante el reinado de Pirro de Epiro, primo de Alejandro Magno, la falange demostró ser invencible, incluso para los romanos. Sus problemas no se debían a errores tácticos o a la falta de coraje, sino a la falta de efectivos y al desgaste. Roma disponía de una cantidad ingente de recursos de los que Pirro no dispuso después de la batalla de Asculum. En esta batalla, como ocurrió en Heraclea, el grueso de la acción recayó casi exclusivamente en las tropas griegas del rey, y el estado de Grecia, tras las invasiones galas de ese año, hacía inviable la posibilidad de que Pirro recibiera refuerzos desde Epiro. Así pues, Pirro evitó arriesgar las vidas de sus griegos supervivientes en una nueva campaña contra los romanos.

Falange

El ejército romano una vez reformado y dotado de manípulos más flexibles, demostró ser un rival poderoso contra la falange macedonia. La habilidad de las pequeñas unidades de soldados romanos, protegidos con escudos más grandes, destruyó la solidez de la falange, sobre todo cuando el combate se libraba en terreno irregular.

Hay que tener presente que en condiciones normales la falange no tenía problemas en fijar a cualquier tropa existente, con su flanco protegido por la tropa de élite, hipaspistas o sus diferentes variantes posteriores no tendría puntos débiles. Un cuerpo disciplinado y capaz de atacar en oleadas como la Caballería de Compañeros, hubiera eliminado a cualquier caballería romana. Una vez conseguido esto, la mayoría de ejércitos hubieran caído sin remedio.

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El gran número de tropa ligera, tanto de caballería como de infantería, le daba una flexibilidad que no poseían los ejércitos romanos en la mayoría de ocasiones, pudiendo actuar cada tropa en el campo en el que estuviera más especializado. Las campañas de Alejandro son una buena muestra de ello, con tropas especializadas en cada tipo de operación, desde guerra de guerrillas a batalla campal, flexibilidad que la legión no poseía.


La expresión «Victoria Pírrica»

La expresión se ha convertido con el paso del tiempo en sinónimo de éxito logrado a un coste muy alto, y que no siempre merece la pena conseguir. Esta expresión ha pasado a aplicarse a todos los ámbitos y no sólo el militar: por ejemplo, el resultado de unas elecciones ganadas por un escaso margen que no permiten a un partido acceder al gobierno.


BIBLIOGRAFÍA

Historia National Geograpich

Osprey Publishing

http://es.wikipedia.org/wiki/Pirro_de_Epiro

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