Personajes Históricos: Gonzalo Fernández de Córdoba


El Gran Capitán es el merecido apodo de uno de los mejores soldados de la historia de España, que ha sido también llamado «El primer general moderno», «El padre de la guerra de trincheras» y «El Wellington español», así como otros varios títulos honorables cuando no muy significativos. En todos los aspectos, fue un comandante excelente y un innovador muy perspicaz. Puede que fuera el primer general que ideó un sistema para explotar las armas de pólvora con éxito en el ejército a finales de la Edad Media, y se convirtió en uno de los pioneros de la revolución militar del «Renacimiento». Como también parece que tuvo todas las características necesarias de un gran héroe público, «apuesto, generoso, valiente y temerario», es extraño que, exceptuando a los historiadores, no sea más conocido fuera de España.Gonzalo Fernandez Cordoba 5

Gonzalo era el hijo menor de un noble español, y su madre era de una familia aún más distinguida, los Enriquez, almirantes hereditarios de Castilla emparentados con la dinastía reinante. Nació cerca de Córdoba en marzo de 1453, y su padre murió cuando el y su hermano mayor, Alonso, eran niños. Como hijo menor, Gonzalo Fernández tuvo que abrirse camino en la vida, y la única alternativa a la iglesia era una carrera en el Servicio Real. Entró al servicio de Isabel la Católica y tomó parte en las guerras civiles que impusieron la doble monarquía en Castilla, uniéndose a Aragón con la boda con Fernando el Católico. Todo esto tuvo como resultado que las órdenes militares fueran cayendo una a una y se consiguió el dominio de las Cortes.Gonzalo Fernandez Cordoba 7

En estas guerras civiles Gonzalo Fernández de Córdoba aprendió su oficio sirviendo bajo las órdenes del Gran Maestre de la Orden de Santiago. Siempre estaba en primera línea y quizás destacara más por el resplandor de su armadura, pero en seguida comprendió el hecho de que con un poco de teatralidad y un despliegue de energía y valor se ganaría el respeto y el valor de sus hombres y de los demás oficiales. Dicen que durante el asedio de Monte Frío fue el primer hombre en subir a las murallas y que muchas veces no se preocupaba de su seguridad.Gonzalo Fernandez Cordoba 6

Estos esfuerzos no fueron vanos. Cuando, durante el sitio de Granada, fue desarzonado en un choque de caballería fuera de la ciudad, uno de sus seguidores le salvo la vida a costa de la suya.


El fin de la reconquista: Granada

La conquista de Granada requirió más de diez años de lucha (1481-1492), y un tren de sitio de más de 200 cañones para derrotar las fortalezas moras que habían resistido a los cristianos durante siglos. La conquista no solo significó la unificación de España, sino que forjó el poder militar que dominaría Europa durante siglo y medio.

La primera empresa granadina en la que se tiene constancia de la participación de Gonzalo fue el asedio y posterior conquista de Loja (1486), y, poco después, de la toma de Illora, un importante enclave estratégico, por su situación montañosa, que el propio Rey Católico encomendó a Gonzalo Fernández de Córdoba. Desempeñó diversas embajadas, pues no sólo destacaba por su habilidad en el campo de batalla sino también en las negociaciones militares.Reyes catolicos 1

Desde 1488, Gonzalo pasó a la primera línea de fuego granadina y fue uno de los capitanes que con más ahínco trabajó para conseguir la ansiada capitulación granadina de 1492. Concluida la contienda, su destreza al mando de las tropas de infantería no había pasado inadvertida para Fernando el Católico, que apenas dejó al caballero descansar un par de años: cuando el monarca recibió la petición de ayuda de su sobrino, el rey de Nápoles Ferrante II, ante la invasión francesa del territorio italiano, Fernando no pensó en otra persona que en Gonzalo Fernández de Córdoba para comandar las tropas hispanas en Italia.


Las guerras italianas

La invasión de Italia por Carlos VIII de Francia en 1494, que conmocionó a toda Europa, fue uno de los indicadores, junto con el descubrimiento de América y la caída de Granada, del final de la Edad Media y los albores de la Edad Moderna. Su objetivo fue Nápoles y atravesó italia desde el norte conquistando Florencia y Roma. Dando como resultado una completa dominación de Nápoles bajo bandera francesa.Reyes catolicos 2

La expedición española llegó en 1495 con un ejército relativamente pequeño, con unos 5000 soldados de infantería y 600 de caballería ligera, en su mayoría aguerridos veteranos de la guerra de Granada. En Atella, puso sitio a la ciudad con una cobertura de caballería ligera móvil, para derrotar a las fuerzas francesas, más numerosas en el sur de Italia. Con el apoyo naval de la Liga de Venecia acabó con el resto de guarniciones francesas restantes en tan sólo dos años. En la última operación expulsó a los franceses de Ostia, el puerto de Roma a petición del papa.Gonzalo Fernandez Cordoba 2

Más tarde cuando el imperio Otomano amenazó con invadir Venecia, Gonzalo Fernández de Córdoba unió sus fuerzas en Messina a las de Benedicto de Pésaro, almirante veneciano, y pusieron rumbo hacia Cefalonia, isla que conquistaron en apenas un par de meses, y de la que expulsaron a los turcos.


La reforma del ejército. El nacimiento de los Tercios Españoles

La combinación de las operaciones de combate permitió a Gonzalo Fernández de Córdoba, en el transcurso de las guerras de Italia, introducir varias reformas sucesivas en el ejército español, que desembocaron en el Tercio. La primera reorganización fue en 1503. Gonzalo creó la división con dos coronelías de 6000 infantes cada una, 800 hombres de armas, 800 caballos ligeros y 22 cañones. El general tenía en sus manos todos los medios para llevar el combate hasta la decisión. Gonzalo de Córdoba dio el predominio a la infantería, que es capaz de maniobrar en toda clase de terrenos. Dobló la proporción de arcabuceros, uno por cada cinco infantes, y armó con espadas cortas y lanzas arrojadizas a dos infantes de cada cinco, encargados de deslizarse entre las largas picas de los batallones de esguízaros suizos y lansquenetes y herir al adversario en el vientre.Tercio españoles 2

Dio a la caballería un papel más importante para enfrentarse a un enemigo «roto» (persecución u hostigamiento) que para «romperlo» quitándole el papel de reina de las batallas que había tenido hasta entonces. Sustituyó la guerra de choque medieval por la táctica de defensa-ataque dando preferencia a la infantería sobre todas las armas.Tercio españoles 1

Puso en práctica, además, un escalonamiento en profundidad, en tres líneas sucesivas, para tener una reserva y una posibilidad suplementaria de maniobra. Gonzalo Fernández de Córdoba facilitó el paso de la columna de viaje al orden de combate fraccionando los batallones en compañías, cada una de las cuales se colocaba a la altura y a la derecha de la que le precedía, con lo que se lograba fácilmente la formación de combate. Adiestró a sus hombres mediante una disciplina rigurosa y formó su moral despertando en ellos el orgullo de cuerpo, la dignidad personal, el sentido del honor nacional y el interés religioso. Hizo de la infantería española aquel ejército formidable del que decían los franceses después de haber luchado contra él:

No habían combatido con hombres sino con diablos


La leyenda del Gran Capitán

Federico III contó, naturalmente, con el militar cordobés para dominar a los franceses, sobre todo las tropas que, al mando de d’Aubigny, resistían en la Alta Calabria. Durante todo el año 1496 el ejército de infantería dirigido por Fernández de Córdoba fue derrotando a los enemigos villa por villa, monte por monte y escaramuza tras escaramuza. A partir de esta campaña, los soldados de su ejército comenzaron a llamarle por el apodo con que ha pasado a la Historia: Gran Capitán.Gonzalo Fernandez Cordoba 4

Fernández de Oviedo, relata los motivos de este apodo (Batallas y Quinquagenas, ed. cit., p. 183):

Todo quanto hazía paresçía que el çielo lo aprobaba e la tierra lo consentía, e los hombres lo açeptaban. Él nasçió para mandar, e súpolo tan bien hazer en paz e en guerra quanto todos los que le vieron lo sabemos, e los ausentes en la mayor e mejor parte del mundo no lo ygnoraron. Testigos son del valor de su perssona e gran ser suyo todos los christianos de Europa; no lo dexaron de saber los moros e turcos e persianos[…], e mejor que otros entendieron e con su daño lo experimentaron françeses […] E así los que en sus exérçitos le seguían eran para más que otros hombres, e por tal costumbre e uso de las armas, menos temían la muerte...


Ceriñola, la debacle de los Piqueros Suizos contra los Tercio Españoles

El 3 de Abril de 1503 Córdoba emprendió un violento asalto al depósito francés de Ceriñola.Venció en seguida a sus defensores, relativamente poco numerosos, y se apresuró a preparar una posición desde la cual pudiera asestar al enemigo un golpe mortal. Un arroyo atravesaba el campo y los españoles lo ensancharon y lo hicieron más profundo, usando los escombros para improvisar un terraplén. Luego este fue reforzado con algún tipo de alambrada que se podría considerar como el predecesor del alambre de púas, se creó así la primera trinchera en una batalla.

Cuando comenzó el ataque, éste estaba encabezado por los piqueros suizos, que figuraba entre la infantería más poderosa de toda Europa, tropezándose con el fuego concentrado de los arcabuceros españoles (en el ejército de Gonzalo Fernández de Cordoba, eran mucho mas numerosos que los ballesteros, con los que se juntaban dentro del Tercio), disparando desde la protección de la línea de piqueros entremezclados con hombre que llevaban espada y rodela, además de la zanja y el terraplén , y apoyados por pequeños cañones de campaña. En formación, los piqueros suizos habían demostrado que eran invulnerables, pero una vez perdido el orden y rota la falange, los piqueros, con sus largas y pesadas armas, estuvieron en desventaja contra los ágiles espadachines capaces de acercarse a ellos bajo sus picas. Se dispersaron desordenadamente. Un oportuno contraataque contra el flanco francés, por parte de la caballería ligera aragonesa, dirigida por el propio comandante español con su habitual estilo gallardo, selló una famosa victoria en poco más de una hora.Gonzalo Fernandez Cordoba 1

La batalla de Ceriñola fue la primera batalla ganada con armas ligeras de polvora y fue la que le valió el apodo de «El Gran Capitán». La batalla fue el ejemplo de un nuevo tipo de lucha, en la que la batalla era dirigida más o menos de la misma manera que un sitio, con una trinchera como foco de la lucha, creando rápidamente un bastión para los cañones y los mosquetes del ejército.

Ese mismo año Gonzalo Fernández de Córdoba infringió otra nueva derrota en la batalla del rio Garellano y expulsó definitivamente a los franceses de Nápoles.


Las famosas Cuentas del Gran Capitán

Los auditores de Fernando el Católico comenzaron a quejarse con grave escándalo de los elevados gastos en que había incurrido el militar hispano, lo que dio origen a la famosa frase «las cuentas del Gran Capitán». Efectivamente, se trataba de un militar, no de un político o un gobernador; por esto, tal vez los gastos habían sido demasiado dirigidos a calmar el ansia bélica de los nobles de la zona, algo en lo que Gonzalo Fernández de Córdoba no había reparado, sino sólo en mantener la paz y en guardar lo que tanto trabajo había costado conquistar. Por ello, tal vez los auditores se horrorizaron de partidas de gastos como los cincuenta mil ducados en aguardiente para las tropas, ocho mil en espías o ciento setenta mil en reparaciones de las campanas de Nápoles, que se habían gastado de tanto repicar para dar a conocer las victorias del Gran CapitánGonzalo Fernandez Cordoba 3

Irónicamente las cuentas incluían en el capítulo de gastos cantidades tales como: Doscientos mil setecientos treinta y seis ducados y nueve reales en frailes, monjas y pobres para que rogasen a Dios por la prosperidad de las armas españolas. Cien millones en picos, palas y azadones. Diez mil ducados en guantes perfumados para preservar a las tropas del mal olor de los cadáveres enemigos, cincuenta mil ducados en aguardiente para las tropas un día de combate, ciento setenta mil ducados en renovar campanas destruidas por el uso de repicar cada día por las victorias conseguidas… y lo mejor: «Cien millones por mi paciencia en escuchar ayer que el rey pedía cuentas al que le ha regalado un reino».


El Tercio Español

El éxito de las armas de España en el siglo XVI estaba basado en la militarización de toda la sociedad, pero a Córdoba se le atribuye el mérito de incluir tácticas aprendidas de los musulmanes, los franceses y los suizos para formar su eficaz y flexible combinación de tiradores, cañones ligeros y piqueros. Ahora conocido por los expertos militares como tercios, este tipo de formación se convirtió en la base militar del poderío español. Una innovación notable en su época, no fue puesta en duda hatas que Maurice de Nassau y otro introdujeron desarrollos en las guerras de independencia holandesas. El Tercio español no cayó en desuso hasta 1643, cuando fue superado por el peso de fuego de artillería en la victoria de los franceses en Rocroi.Tercio españoles 3


Bibliografía

Historia National Geograpich

www.Enciclonet.com

Colección Guerreros Medievales. Ediciones Del Prado.

http://www.abc.es/20121109/archivo/abci-gran-capitan-201211071806.html

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