Ventanas: El Lapis Specularis o La Piedra Especular


Espejuelo, espejillo, piedra del lobo, espejillo de asno, piedra de la luna, piedra de luz, sapienza, reluz…; se trata de un yeso selenítico del que Plinio, explica que tiene la propiedad de dejarse cortar con serrucho con facilidad y en finas capas (tenues crustas), y que se da en Hispania Citerior, concretamente en torno a cien mil pasos de la ciudad romana de Segóbriga y, aunque puede encontrarse en otros lugares como Chipre, Sicilia, la Capadocia e incluso en África, el de mayor calidad es el hispano, el cual se extrae de pozos profundos (puteis in Hispania effoditur e profunda altitudine).

El lapis specularis encuentra bajo tierra encajado en la piedra, por lo que hay que extraerlo y separarlo de ella; en su mayor parte es una piedra fósil que forma un bloque compacto a modo de cemento (sed maiore parte fossili natura absolutus in se caementi modo). Plinio también afirma que hay espejuelo negro, pero el más común es el blanco y su carácter excepcional reside en que, a pesar de su fragilidad, resiste el calor y el frío sin deteriorarse.Captura de pantalla 2016-01-21 a las 8.45.48

El lapis specularis se uso en el imperio romano como sistema de acristalamiento montado en bastidores ajustables al tamaño de los vanos de las edificaciones. El ensamblaje de placas de espejuelo permitía cubrir espacios tan amplios como se precisara, dado que los bastidores eran armazones de listones en los que se fijaban las láminas de espejillo. Los armazones se hacían principalmente en madera, por su fácil trabajo, abaratamiento y disponibilidad, aunque también se usaron bastidores de cerámica y se montaron cristaleras a modo de vidrieras en enrejados metálicos y otros soportes, con los que incluso se construyeron invernaderos.Captura de pantalla 2016-01-21 a las 8.46.03

Su uso para satisfacer la demanda como material constructivo tuvo aplicaciones más allá del cierre de ventanales, aunque este empleo fue el principal y más buscado. También se utilizó como elemento decorativo y estético para revestimiento de edificios, y en pavimentos en forma de virutas y láminas como por ejemplo, para recubrir el Circo Máximo durante los espectáculos. Otra aplicación constructiva no menos importante, fue su uso mediante la calcinación de las placas como escayola, yeso para molduras, vaciados y enyesado de paredes, pues según Plinio el yeso obtenido del lapis specularis era el mejor de todos.Captura de pantalla 2016-01-21 a las 8.46.19


 

Las Minas del Imperio

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 Bibliografía

http://lapisspecularis.org

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