Reseñas del Autor: El guerrero a la sombra del cerezo


Sumergirse en la cultura japonesa es un difícil camino a recorrer debido al choque cultural que tenemos todas las personas del mundo hispano hablante con los nipones, sin embargo, los samuráis y su código del honor; la procacidad que se esconde detrás de la belleza de las Geishas o la forma de ser de un país resurgido de las cenizas después de la segunda guerra mundial, siempre nos ha atraído de forma tan inconsciente como irremisible.

«El guerrero a la sombra del cerezo» es una novela de aventuras ambientada en el periodo más convulso del Japón feudal. Sus dos personajes principales avanzan paralelos en su historia hasta que sus caminos se cruzan y la senda de ambos se funde para llegar al final de la novela y de un desenlace único: Sheizo Ikeda, el heredero del clan, huye después de que su padre y su hermano sean asesinados por un clan enemigo. Todo su hogar es arrasado y el apellido de su familia cae en el olvido, al menos hasta que Kenzabuyo Arima, el único samurái superviviente del clan y convertido a ronin, consiga poner a salvo y adiestrar el joven Ikeda.

Por otro lado, Ekei Inafune, un médico repudiado por aplicar las artes aprendidas de los bárbaros llegados de occidente, se ve inmiscuido en una conjura urdida en las sombras de los clanes más poderosos del país. Bajo esa premisa comienza esta aventura en que se une la historia de Japón, su cultura y las luces y sombras de un mundo apasionante, en el que Sheizo y Ekei verán atados sus destinos.

Después de leer la novela, he de reconocer que me ha costado terminarla por lo extensa que es y por el tamaño de la letra. Quien me iba a decir a mi que un día diría semejante cosa, pero ahora entiendo a quienes se quejaban de mi primera trilogía, o bilogía mejor dicho aunque no esté tan de moda, de lo pequeña que era letra. 300.000 palabras no entran en tan pocas páginas… Volviendo a lo que nos ocupa y sin dispersarme, la narrativa de David B. Gil está llena de una prosa bien elaborada, sin extenderse demasiado en descripciones pesadas y con grandes matices que te hacen adentrarte en cada uno de los paisajes de la trama.

En mi búsqueda a principios de año, de una extensa bibliografía del Japón de los samuráis, escueta en castellano y algo más amplia en inglés, me topé con esta novela y para mí fue una grata sorpresa darme cuenta de que era un libro autoeditado lleno de premios importantes y elogios de los lectores. Aún tengo pendientes varias lecturas sobre el Japón feudal como la saga de «Mushashi» o «Taiko», para desarrollar «LM III: La Senda del Asesino» y esta novela para eso es un buen comienzo.

Sobre el autor, hasta hace unos instantes no conocía grandes referencias y al buscar un poco más sobre su persona, me ha sorprendido que sea natural de Jerez, licenciado en periodismo y que ha trabajado como redactor para la editorial DC Comics entre otras actividades y premios… Desde el mismo instante en que comencé con la lectura de «El guerrero a la sombra del cerezo» tenía en mi cabeza un libro creado por algún escritor anglosajón, como siempre se ha considerado a estos como los más célebres en líneas generales, incluso yo tengo esa idea en la cabeza, pero cabe destacar lo equivocados que estamos cuando nos dejamos llevar por nuestros estereotipos. Y aquí es donde vale la pena señalar el gran trabajo de este autor andaluz.

Otro matiz a tener en cuenta antes de comenzar con la lectura de este libro de aventuras del Japón feudal es que quizás un lector profano en la historia de japón no sepa situar los acontecimientos históricos y temporales en donde se sitúa la novela, ya que es fundamental para poder entender el hilo argumental de la misma. Un ejemplo claro es la batalla de Sekigahara y la repercusión que tuvo para la pacificación del Japón de los Shogun.

Si bien es cierto que los apéndices y las notas a pie de página aclaran muchas de las cosas de la cultura japonesa, creo que antes de comenzar la lectura habría que realizar un repaso general del periodo Sengoku (1467 – 1600), y no estoy hablando de Bola de Dragón… Y los grandes nombres de la época como Oda Nobunaga, Toyotomi Hideyoshi o el propio Ieasu Tokugawa.

En definitiva, una de las cosas que más resalto de esta novela es el gran esfuerzo en construir y desarrollar la historia y evolución de los personajes, quizás excesiva para mi gusto y en la que yo diría que abarca casi las seiscientas primeras páginas, dejando para el final un desenlace excesivamente rápido en algunos pasajes, pero sin dejar de resaltar la historia de luchas políticas y poderes entre clanes, de intrigas, guerras, conspiraciones y traiciones. Quizás puede parecer una obra cargada de clichés, pero la profundidad de la historia y sus inesperados giros argumentales sorprenderán gratamente a quien lea este libro de un autor hispano hablante.

VALORACIÓN 7,5 / 10

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