El campo de un escudo puede ser pleno, cuando abarca toda la superficie del blasón, o dividirse en espacios que se conocen como particiones. Las particiones operan cada una de ellas como un blasón que se ordena interiormente conforme a las reglas heráldicas.
En el origen de la heráldica las armas plenas ocupaban toda la superficie del escudo del combatiente. Un escudo, unas armas. Pero pronto se evolucionó al permitirse la in-clusión de una pluralidad de armas en un mismo escudo mediante el reparto de su campo en particiones. Con ello se abría paso principalmente a la posibilidad de representar de forma unitaria las distintas líneas de una genealogía.
La forma de dividir el escudo podía haberse resuelto de múltiples maneras, pero lo hizo de un modo concreto: no es casualidad que las principales líneas de partición regulares sean la vertical, la horizontal y las diagonales, que confluyen en el centro del escudo. Coinciden con la estructura radial de los refuerzos del escudo, la bloca: las primeras particiones se pintarían, pues, sobre las líneas y relieves que ya tenía el escudo, de las que heredarían sus trazas.
La más usual de estas particiones es el cuartelado en cruz, idóneo para representar los cuatro costados de una ascendencia, pues permite colocar las armas de los cuatro abuelos y abuelas del titular del escudo.
Un apunte curioso: esta partición nació en la heráldica española, en la cancillería del rey castellano Fernando III, debido a la necesidad de representar en paridad la unión de los reinos de Castilla y de León. Por su parte, el escudo partido es la solución más socorrida para representar las armas de ambos cónyuges o de los padres de una persona.
Particiones Regulares, el escudo se divide en dos partes.
Escudo Partido: se divide por una línea vertical, quedando dos particiones simétricas, a derecha e izquierda.
Escudo cortado: la línea de división es horizontal, quedando una partición arriba y otra abajo.
Escudo Tronchado: el que su diagonal parte de la diestra del jefe hacia la siniestra de la punta.
Escudo Tajado: va de la siniestra del jefe y la diestra de la punta.
Reparticiones, el escudo se divide en cuatro partes.
Cuartelado, o cuartelado en cruz: es el resultado de aplicar las líneas de división vertical y horizontal.
Cuartelado en aspa o en sotuer: es el mismo cuartelado, pero en aspa, aplicando las dos líneas diagonales.
Escudo Gironado, el escudo se divide en ocho partes.
Es el resultado de aplicar las cuatro líneas de división estudiadas, obteniendo una división del campo como un queso en porciones, en ocho parti-ciones con forma de triángulo llamadas jirones.
Escudo de los dominicos
BIBLIOGRAFÍA
Taller de Heráldica, como diseñar y describir un escudo. Juan Antonio Vivar de Riego.
Heráldica. Julio Olmedo Álvarez, Joaquín Díaz Vallés, Prof. García Bermejo. Editorial Perea, [1989-1999].
Heráldica española : el diseño heráldico. Luis F. Messía de la Cerda y Pita. Editorial Edimat, D.L. 1998