El Fuego Griego


El fuego griego era un arma incendiaria utilizada por el Imperio bizantino. Fue creada en el siglo VI, aunque su mayor uso y difusión se daría tras las primeras cruzadas (siglo XIII). Los bizantinos la empleaban con frecuencia en batallas navales, ya que era sumamente eficaz al continuar ardiendo incluso después de haber caído al agua. La misma representaba una ventaja tecnológica, y fue responsable de varias importantes victorias militares bizantinas, especialmente la salvación de Bizancio en dos asedios árabes, con lo que aseguró la continuidad del Imperio, constituyendo así un freno a las intenciones expansionistas del Islam, y evitando la posible conquista de la Europa Occidental desde el Este.

La impresión que el fuego griego produjo en los cruzados fue de tal magnitud que el nombre pasó a ser utilizado para todo tipo de arma incendiaria, incluidas las usadas por los árabes, chinos y mongoles. Sin embargo, eran fórmulas distintas de la bizantina, que era un secreto de Estado guardado en forma celosa, cuya composición se ha extraviado. Por lo tanto, sus ingredientes son motivo de gran debate. Se han propuesto algunos de los siguientes ingredientes nafta, cal viva, azufre y nitrato. Lo que distinguió a los bizantinos en el uso de mezclas incendiarias fue la utilización de sifones presurizados para lanzar el líquido al enemigo.

La mezcla fue inventada supuestamente por un refugiado cristiano sirio llamado Calínico, originario de Heliópolis. Algunos autores piensan que Calínico recibió el secreto del fuego griego de los alquimistas de Alejandría. Lanzaba un chorro de fluido ardiente y podía emplearse tanto en tierra como en el mar, aunque preferentemente en el mar.


La mezcla era líquida, incluía naftauna fracción del petróleo también conocida como bencina-, azufre y probablemente amoníaco. Sin embargo, también se han propuesto otras sustancias como la cal viva o el nitrato.

fuego griego (Formula)

La nafta, muy inflamable y que no se mezcla con el agua, y el azufre actuarían como combustible.

El nitrato aportaría el oxígeno necesario para que arda el combustible, como ocurre en los fuegos artificiales y la pólvora, que contiene un 75% de nitrato de potasio y un 15% de azufre.

Con un combustible que arde -nafta y azufre- y una sustancia que aporte oxígeno -nitrato-, solo faltaría una chispa que encienda el fuego. Al entrar en contacto con el agua, la cal viva eleva su temperatura por encima de 150 ºC, por lo que actuaría como mecha encendiendo el combustible.

Algunos documentos hablan de «truenos» y «mucho humo» durante los ataques con fuego griego. Cuando una reacción forma una gran cantidad de gases, estos se expanden generando altas presiones, por lo que se producen explosiones.


BIBLIOGRAFÍA

http://www.agenciasinc.es/Reportajes/La-quimica-del-fuego-griego-el-secreto-militar-mejor-guardado-de-la-historia

 

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