Mandrágora: La raiz de los sueños


Del lat. mandragora y éste del gr. mandragÕraj. Planta herbácea de hojas grandes en roseta, flores pedunculadas blancas y rojizas. fruto parecido a una manzana, olor fétido y raíces ricas en alcaloides que toman diversas formas y de las que se extraen sustancias narcóticas: la mandrágora crece en zonas mediterráneas.

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Otra de las plantas más comunes del antiguo Egipto a la que llamaban didi que contiene atropina. Su uso moderado tenía efectos calmantes; sin embargo, en dosis elevadas producía el efecto justamente contrario y llegaba a estimular con tanta intensidad el organismo que podía desembocar en delirios, e incluso la muerte.

Los médicos egipcios machacaban las hojas frescas de la mandrágora y las mezclaban con leche para aplicarlas. Se aplicaban sobre úlceras y heridas abiertas aunque no se viera el hueso. Recurrían a la raiz fresca como purgante, que una vez mezclada con miel y leche, introducían por via anal. Como tiempo más tarde dijo Plinio, en el Siglo I D.C., también la combinan con alcohol ya fuera para producir sueños reveladores, ya «ante los ataques convulsos e incluso la melancolía«. En el papiro de Leiden, del siglo III A.C., se expone una fórmula respecto del uso de la mandrágora mezclada con vino para ser utilizada como un potente inductor de sueño.

Para los sacerdotes egipcios, al igual que para los médicos, la mandrágora contaba con un simbolo especial y es de suponer que, dados sus poderes alucinógenos y mortales, la valorasen especialmente en rituales funerarios. Quiza por ello formaba parte de los ornamentos y ajuares de las tumbas de las dinastías del imperio nuevo, que abarcó desde el 1550 al 1069 A.C.

La mandrágora está presente en el espacio anexo de la tumba de Tutankamon, donde se encontraron varios cestos con bayas de esta planta, no se sabe si para facilitarte un buen viaje al mas allá o como medicina en caso de que en el otro mundo se pusiera enfermo. Otra muestra de la presencia funeraria de la planta se halla en una jarra que, según la inscripción, contenía una poción curativa y mágica, uno de cuyos ingredientes era la mandrágora. Dicha jarra fue encontrada en la tumba de un alto oficial del ejército de la Dinastía XVIII.

En la antigua Mesopotamia, hace más de cuatro mil años que los sacerdotes babilónicos la utilizaron como narcótico; se encuentra en fórmulas utilizadas en los ritos iniciáticos. Un bajo relieve asirio representa a un sacerdote o persona distinguida que lleva cargando en su brazo izquierdo una cabra y en su diestra una planta en flor que debe corresponder a una mandrágora. La actitud del personaje es la de portar una ofrenda y su acompañante lleva una cápsula de adormidera (Papaver somniferum).

En el mundo medieval, mandrágora era sinónimo de prosperidad, por ello con su raíz se elaboraban talismanes para este fin; también se usaban amuletos de su raíz para arrojar a los demonios y protegerse del mal. Es sabido que fue utilizada como tratamiento de las enfermedades mentales, como la depresión, al igual que el eléboro negro; de hecho, siempre se utilizó al menos contra el insomnio.


BIBLIOGRAFÍA

Los misterios de los venenos. Pedro Palao Pons. Editorial De Vecchi

http://www.enciclonet.com

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