Personajes Históricos: Clito «El Blanco» y Clito «El Negro»


Clito «El Blanco»

En griego Kleitos, llamado Leuco (El Blanco). Almirante macedonio. Marchó a Asia con Alejandro Magno, pero se le mandó regresar con Cratero y los veteranos licenciados en el 324 A.C. Estuvo al mando de la flota macedonia en la guerra lamíaca en el 322 A.C.; adoptó el sobrenombre de Poseidón y , como emblema, el tridente. Del reparto del 321 A.D. obtuvo Lidia, que le arrebató Antígono en el 319 A.C. Entonces volvió a Macedonia, se puso al servicio de Poliperconte y entregó Foción a los atenienses. En 318 A.C., derrotó a Nicanor frente a Bizancio, pero al día siguiente Antígono atacó a su flota por sorpresa y la destrozó; fue muerto poco después, cuando intentaba llegar por tierra a Macedonia.caballo-de-alejandro-magno


Clito «El Negro»

En griego Kleitos, llamado Melas (El Negro). Lugarteniente de Alejandro Magno. Era hermano de la nodriza del rey y hermano de la infancia de Alejandro, cuyo marido, Andrónico, estaba al mando de  los mercenarios griegos. Salvó la vida a Alejandro durante el paso del Gránico en 334 A.C. En Arbelas estuvo al frente del escuadrón de los compañeros del rey. En 330 A.C., se le confió una de las dos hiparquías recientemente creadas, y , en 328 A.C., sustituyó a Artabazo, sátrapa de Bactriana. Durante un banquete criticó al rey, exaltando la sencillez y las hazañas de Filipo, por lo que Alejandro le mató, lo cual le produjo más tarde una violenta desesperación.

Plutarco cuenta como salvó la vida a Alejandro en Gránico:

«Un gran número de persas acorraló al rey, que resistió gracias a su escudo y a la cresta de su casco, a cuyos lados había una pluma de asombroso tamaño y blancura. Alejandro recibió un lanzazo en la unión de su coraza, pero no resultó herido. Entonces los generales persas Resacees y Epítridatess cayeron al unísono sobre el rey. Tras esquivar a este último, Alejandro logró golpear a Resaces, protegido con su coraza, con su lanza, pero cuando esta se rompió recurrió a su espada. Mientras ambos estaban enzarzados en combate cuerpo a cuerpo, Espítridates detuvo su caballo junto a ellos, desmontó de su caballo y asestó un golpe al rey de Macedonia con el hacha bárbara. Partió la cresta del casco de Alejandro junto a una de sus plumas, y el casco apenas resistió el golpe, llegando a tocar el filo del hacha el caballo del rey macedonio. Entonces, Epítridates alzó el hacha para asestarle el golpe definitivo, pero Clito llegó antes y le abatió con su lanza. En ese mismo instante, también caía Resaces, abatido por la espada de Alejandro».

Su muerte.

A medida que iban pasando los años, Clito percibió que su rey y amigo Alejandro Magno se interesó por integrar a los persas en el ejército y a tomar las costumbres de estos pueblos, lo cual le llevó a sentirse decepcionado con el rey, pero debido a su amor y lealtad hacia él, callaba tratando de no contradecirlo. Se sentía fuera de lugar en Persia, pero tenía la esperanza de volver pronto a su casa en Macedonia.800px-black_cleitus_saves_alexander_in_the_charge_at_the_granicus_19th_century_adaptation_from_the_painting_by_charles_le_brun

En el año 328 a.C., Alejandro organizó un banquete en Maracanda, al que invitó a sus amigos griegos de siempre y también a los asiáticos. A mitad de la celebración, Clito comenzó una acalorada discusión con el rey, discusión que acabó en un cruce de reproches, en la que Clito le dijo a Alejandro que era inferior a su padre Filipo y que era un orgulloso que se creía un dios y un traidor hacia Macedonia, y, además, le recordó que le salvó la vida en el Gránico. Criticó la «orientalización» del rey macedonio y su ingratitud para con sus soldados griegos y macedonios, quien según él eran los verdaderos responsables de los triunfos de Alejandro, y le acusó indirectamente de haber participado en el asesinato de Filipo II.

Alejandro comenzó una fuerte pelea; los amigos no podían separarlos y la desgracia apareció cuando Alejandro lo atravesó con su lanza y le provocó la muerte. El joven rey tomó conciencia que había matado a un gran amigo, deseó quitarse la vida justo después, pero los soldados impidieron tal acto. Estuvo deprimido durante tres días lamentando haberlo matado.

Clito tuvo un gran funeral y siempre fue y será recordado por su amor a su patria y por la lealtad a sus superiores y amigos.batalla-de-granico-alejandro-cruzando-el-rio


Bibliografía

Enciclopedia Larousse

Osprey Publishing

Gisbert, Haefs; Alemany, José Antonio (2005). Alejandro: El unificador de Grecia, la Hélade (1 edición). Barcelona, España: Quinteto, S.L. Edhasa. p. 592. ISBN 978-84-95971-24-1.

Gisbert, Haefs (2002). Alejandro: El Conquistador de un imperio: Asia (1 edición). Barcelona, España: Quinteto, S.L. p. 680. ISBN 978-84-95971-25-8.

Carl Grimberg, Historia Universal, «Ocaso político de Grecia», ediciones Daimón, Manuel Tamayo de 1967.

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