El Muro Adriano


Antigua muralla romana situada en el norte de Britania, levantada con el fin de proteger el sur romanizado de las invasiones de las tribus hostiles del Norte. Fue mandada construir por el emperador Adriano en el 122 d.C. Se extendía desde el golfo de Solway al oeste, hasta la desembocadura del río Tyne en el este.hadrians_wall_map-es-svg


Historia

Tras los éxitos de las campañas de Julio Agrícola en Escocia, se había producido un retroceso en la presencia romana en el norte, hecho que se confirmó con la orden de Trajano de retrasar todas las tropas hasta la línea que luego ocuparía la Muralla. El emperador Adriano llegó a Britania en el 122 d.C., en el trascurso de uno de los múltiples viajes que hizo, destinados a conocer la totalidad de su Imperio. A su llegada nombró gobernador a A. Platorio Nepote y, antes de partir, le ordenó la construcción de un muro defensivo, edificación que se encuadraba en la política de reforma del sistema fronterizo romano. En este caso, el limes estaba totalmente constituido por construcciones artificiales debido a la ausencia de fronteras naturales.

La construcción se inició ese mismo año, aunque no estuvo terminada hasta el 136 d.C., casi al final del reinado de Adriano. Toda la estructura defensiva ocupaba una franja de 3 km de ancho, donde la estructura principal la constituía un gran muro de piedra continuado de 130 km de longitud, que iba desde la desembocadura del río Tyne en Newcastle hasta la ciudad de Bowness en el golfo de Solway, acompañado de un entramado de carreteras auxiliares, campamentos adjuntos y torres de vigilancia.139_muro_adriano_6_2000x1444

La muralla en sí tenía 3 metros de ancho y cinco metros de altura, e iba precedida de un foso, tras el cual había otro de mayores dimensiones, de 6 metros de anchura en la superficie y 3 metros en el fondo, con una profundidad de 2,5 metros, reforzada por un talud de 6 metros construido con la tierra que se había extraído del foso. En las cercanías de la empalizada se construyeron una serie de pequeños y grandes campamentos, donde se asentaban las diferentes unidades encargadas de la defensa de la Muralla de Adriano. Paralela al muro, por su cara meridional, se construyó una vía que permitía el rápido desplazamiento de tropas de un sector a otro. Las obras se completaban con una serie de defensas en la costa meridional del golfo de Solway, para evitar una posible invasión por mar. Cada cierta distancia se situaron puertas en el muro, defendidas por pequeñas fortificaciones y, entre puerta y puerta, torres de vigilancia con una separación de 500 metros.800px-milecastle_39_on_hadrians_wall_2

Para las labores defensivas se destinaron tres legiones, la II Augusta instalada en Isca (la actual Caerleon), la VI Victrix en Eburacum (York) y la XX Valeria Victrix, que tenía su cuartel general en Deva (Chéster). El muro era el único método efectivo para poder controlar la frontera, para lo cual se calcula que era necesaria la presencia permanente de dos mil hombres. La muralla fue destruida por las invasiones de las tribus del Norte en tres ocasiones (197 d.C., 296 d.C. y 367 d.C.), lo que obligó a su restauración; uno de los que más empeño puso en ello fue el emperador Septimio Severo.

La muralla fue abandonada definitivamente entre los años 383 y 388 d.C., durante el gobierno del usurpador Magno Máximo Clemente. Actualmente se pueden observar grandes sectores de la muralla todavía en pie, lo que la convierte en la mayor construcción romana conservada en Reino Unido.ac15bad7a98ca5c32225da9941c6a9db


La frontera de piedra

Adriano tenía nuevos planes para la provincia de Britania. Consciente de que el deterioro de la guarnición era la causa última de los problemas que la isla había vivido, organizó el traslado de algunos contingentes desde provincias vecinas. Un tal Pontio Sabino fue el oficial encargado de llevar tres mil legionarios de refuerzo. Provenían tanto de Germania como de la legión VII Gemina, acantonada en Hispania. Pero no fueron éstos los únicos soldados que llegaron de la península Ibérica. Al menos la I Cohorte Hispana, una unidad auxiliar, fue también trasladada a la isla. El emperador se hizo acompañar de la legión VI Victrix, que hasta entonces había tenido su cuartel en Vetera, la actual Xanten, en Alemania.

Pero estos refuerzos no estaban destinados a reiniciar la conquista, sino a reforzar la frontera. En la línea entre el río Tyne y el golfo de Solwey, límite efectivo de la dominación romana, ya se habían levantado algunas infraestructuras fronterizas. La más importante de ellas era la vía militar que la recorría de este a oeste, la Stanegate, la «carretera de piedra». A lo largo de esta vía se habían construido algunos fuertes y torres de vigilancia. Este sistema no era nuevo: en Oriente, para vigilar el desierto, se había construido del mismo modo la Vía Trajana.ac15bad7a98ca5c32225da9941c6a9db

Los planes de Adriano iban más allá. Al llegar a Newcastle ordenó construir un puente que uniera ambas orillas del río Tyne. Este puente, que recibió en su honor el nombre de Elio, habría de ser el inicio de la más importante obra militar construida bajo su reinado: el muro que uniría las dos orillas del mar. Una inscripción mutilada conserva lo que parece ser el discurso con el que el emperador anunció su decisión. No es mucho lo que se lee, pero sí podemos estar seguros de que Adriano invocó un «divino precepto» para levantar un muro que sería obra del «ejército de la provincia» y que debería unir «las orillas de ambos océanos».


Una frontera abierta y controlada, y no un muro defensivo.

El sentido político y militar de aquella obra sigue siendo objeto de debate. Se debería desterrar la pretensión de comparar el muro de Adriano con las murallas de una ciudad antigua, capaces de resistir un asalto. Ni su altura ni la anchura de su adarve o camino de ronda parecen suficientes para ofrecer una resistencia efectiva. Además, su enorme longitud impediría una distribución eficaz de las fuerzas romanas. Evidentemente, un grupo organizado de bárbaros podría asaltar el muro por algún punto determinado sin que las legiones fueran capaces de frenarlo. La derrota de estos posibles invasores debería realizarse ya sobre suelo romano. Por eso, al sur del muro se mantuvieron los grandes fuertes para las legiones y las unidades auxiliares, que debían proporcionar la necesaria defensa en profundidad. Por otra parte, no debe olvidarse que el muro estaba sembrado de puertas.139_muro_adriano_4_2000x942

Cada milla (unos 1.500 metros) se había construido una puerta, con lo que la estructura presentaba numerosos puntos débiles. Sólo una fuente antigua habla explícitamente del muro. La biografía de Adriano en la Historia augusta informa del propósito imperial:
«Fue el primero que trazó un muro, de ochenta mil pasos, para separar a los bárbaros de los romanos».

Este pasaje proporciona la clave para entenderlo. Aunque construido por las legiones y vigilado por tropas auxiliares, el valor del muro estaba en su capacidad de regular los límites de la vida civilizada, de canalizar los intercambios entre el suelo romano y el bárbaro. Cuando las gentes del norte quisieran comerciar en tierras romanas, las puertas del muro se abrirían tras los necesarios controles de seguridad y tras haber pagado los portoria, los impuestos a la importación. Otro tanto ocurría con los mercaderes romanos que quisieran vender sus productos en territorios no ocupados. Además, las patrullas romanas que continuaron recorriendo las tierras al norte del muro tenían en él el soporte logístico y operativo para realizar sus tareas con seguridad. Y así, el muro se convirtió en una frontera abierta, pero bien controlada, que habría de permitir no sólo la consolidación de la vida civilizada en las tierras del sur, sino una relación pacífica y ordenada con los bárbaros del norte.139_muro_adriano_1_2000x1339


Cómo se levantó la muralla

Para construir el muro Adriano los equipos de legionarios usaron más piedra y turba locales que madera, menos empleada debido a su escasez. Cada 1500 metros aproximadamente se situaba una piedra, y en cada puerta, un fortín (castillo miliario). Entre los fortines se levantaban dos torres de vigilancia, de unos 6 metros cuadrados. Al norte del muro se excavó un foso con forma de V y una anchura entre 9 y 12 metros. Los animales de carga, carretas y carros eran conducidos por legionarios y habitantes  de la región traen desde lejos los materiales necesarios para las obras: piedra, madera y sobre todo agua. Los legionarios y los obreros construyeron los cimientos del lienzo de la muralla y de algunas de sus instalaciones, como las torres de vigilancia emplazadas entre fortines. El núcleo de la muralla se construye con un 75% de piedras y un 25% de arcilla. Sólo en los fortines se usó mortero de cal. Las caras de la muralla se construyeron con piedra caliza. El Praefectus Castrorum organizaba los trabajos constructivos de equipos formados por legionarios y diversos especialistas como carpinteros, arquitectos, canteros…f8a23b046c013113c35e797d60e3791e

Aún así hubo evidentes fallos de construcción: El muro mantuvo rigidamente la estructura de fortines y castillos miliarios a lo largo de su trazado, incluso cuando el sentido práctico invitaba a modificarlos, como sucedía con los que se construyeron en escarpadas laderas donde no podían cumplir con la función para la que habían sido proyectados. En otros lugares, las puertas no conectaban con ninguna vía conocida. Se han barajado dos explicaciones para estos hechos: la torpeza de los oficiales o, más posiblemente, su temor a alterar el diseño imperial. Nadie se habría atrevido a enmendar la plana del emperador.roma-el-muro-de-adriano-fuerte


Adriano

Emperador romano (117-138 d.C.) nacido en Italica (la actual Sevilla) provincia de Bética, el 24 de enero del año 76 d.C. y muerto en Bayas, cerca de Nápoles, el 10 de julio del 138 d.C. A los diez años de edad quedó huérfano, momento en el que su tío, el emperador Trajano, y Acilio Attiano, más tarde prefecto de su guardia pretoriana, asumieron su tutela. Su educación se realizó en Roma, donde destacó por su afición al arte y literatura griega, hecho que le hizo ganarse el apelativo de graeculus (pequeño griego). Su carrera en el cursus honorum dio comienzo en el año 91 d.C., cuando fue nombrado cónsul. En el año 95 sirvió como tribuno en la legio II Adjutrix, establecida en la provincia de Mesia inferior. En el 96 d.C. fue transferido a la legio V Macedonica. En el año 100 d.C. casó con Vibia Sabina, sobrina-nieta del emperador Trajano. Adriano fue promocionado al cargo de questor durante el 101 d.C. Participó junto a Trajano en la región del Danubio en la primera guerra Dacia del año 102.28pr0450


Bibliografía

Historia National Geograpich

http://www.enciclonet.com

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